viernes, 25 de marzo de 2011

 Otoño
de Octavio Paz



En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.

1 comentario:

  1. hola niña te quedo geneal tu blog.!
    lO hiciste acorde al trabajo que realizamos el fondo de rosas te quedo padre solo que las letras asla de muchos colores bueno digo ..!

    un saludo

    ResponderEliminar